jueves, 21 de octubre de 2010

MOTOS: DEBERES Y DERECHOS...


Hace unos días salió un artículo de prensa en el diario EL TIEMPO, el cual se llamo MOTOS: DEBERES Y DERECHOS, dicho artículo me genero cierta inconformidad, por lo que decidí escribirle al autor del mismo, abajo esta mi respuesta y el link del articulo en mención, por si lo desean leer también:

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/motos-derechos-y-deberes_8062161-4

Respetado señor, después de leer su artículo quisiera darle mi Apreciación de manera amable y respetuosa:

MOTOS: DERECHOS Y DEBERES
Es cierto que son varios los proyectos de ley que cursan en el Senado de la republica de Colombia, en la búsqueda de la defensa de los derechos básicos y primordiales de los ciudadanos, en este caso de los motociclistas, deberes como el trabajo, la dignidad, el buen trato y sobre todo la igualdad, contemplados en la constitución política de nuestro país, derechos que van de la mano con los deberes de los mismos, pues en estos mismos proyectos también se habla de la corresponsabilidad del gremio de los motociclistas, su participación y el planteamiento de soluciones a la temática no solo de accidentalidad, sino también de movilidad, en la que se busca una participación directa de los grupos de motociclistas en el trabajo por las soluciones efectivas a las ya descuidadas vías de nuestra nación, inundadas de vehículos no solo motocicletas, sino también de vehículos particulares y ni que decir del transporte público, que no ofrece grandes garantías de seguridad y menos un ejemplo de buen comportamiento y aptitud para llevar la responsabilidad de transportar a los colombianos, lo que nos deja ver que la temática no es de parte automotor sino por el contrario de quienes conducen cualquier tipo de vehículo y aun mas del estado. Estos proyectos como así mismo las mesas de trabajo del motociclismo del ministerio de transporte, no buscan de ninguna manera frenar las medidas impuestas por lo que el señor Ricardo Montezuma llama “Municipios y administraciones responsables” que a diferencia de la realidad no son más que medidas de choque ante problemáticas mas de orden público que se le ha salido de las manos a las diferentes administraciones locales y no es generado realmente por el crecimiento del parte automotor. No se puede negar que el crecimiento del  número de vehículos es cada día más significativo, pero se deben abordar las dos temáticas, movilidad y orden público, de forma separada, aunque el principio de la solución para ambas es la educación de la mano de un buen control, para que de esta forma se prevenga realmente.

No podríamos ni deberíamos prohibir el transporte de ningún tipo de personas, pues nuestro país no da para más, o acaso nuestro sistema de transporte público y la topografía de nuestras ciudades y comunidades es tan pareja y de buena calidad, que los ciudadanos pueden gozar de los beneficios de un transporte seguro, cómodo y a bajo precios. De esta manera se ha posicionado la motocicleta en Colombia, ofreciéndonos a las personas la oportunidad de ahorro, empleo, adquisición de la propiedad y aun más increíble la oportunidad de pasar más de 20 horas al mes con nuestras familias, horas que se ven perdidas dentro de los vehículos de más de cuatro ruedas, como particulares y transporte público en medio del trafico de las ciudades. Sería más prudente pensar en las medidas no restrictivas sino preventivas en búsqueda de la seguridad y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, que como el señor Montezuma nos llama “somos las principales víctimas de la accidentalidad” siendo cierto esto, pues de cada cien casos donde una motocicleta está involucrada el 73% es responsabilidad de otro actor vial, lo que nos deja como moraleja que el trabajo a realizar esta en la sensibilización, educación y control de todos los actores viales y no propia o únicamente de los motociclistas, quienes somos víctimas y no victimarios como muchos periodistas, gobernantes y políticos de turno nos quieren hacer ver, pues con el paso de los días nos convertimos en los conejillos de indias y los culpables al final del dedo acusador de un estado y unos administradores públicos incompetentes que desean descargar en los motociclistas la responsabilidad de la falta de trabajo en pro de la comunidad durante sus periodos de gobierno.

Estoy de acuerdo con el señor Montezuma en que en el tema de motociclismo en el país hace falta mucho por decir en cuanto a legislación se refiere, la cual debe ser construida de la mano de quienes son los usuarios finales y tenemos conocimiento de causa del uso de la misma y no siendo elaboradas por señores que en abuso del poder montados en sus vehículos blindados y con un “N” numero de escoltas circulan nuestras calles deteniendo el trafico de las ciudades a su antojo, como así mismo tomar el ejemplo de diferentes países como Chile, España, Brasil y otros, que contrario a estigmatizar, perseguir y responsabilizar de manera desmedida e incorrecta a los motociclistas, han propuesto medidas de educación, tecnología y control que benefician a toda la comunidad y no en particular a un gremio como el transporte público. No creo que sean descabelladas las propuestas que propenden por el mejoramiento de la calidad de vida de las personas y mucho menos aquellas medidas que buscan una sana convivencia y responsabilidad de todos los usuarios de las vías, pues somos los motociclistas uno de los principales grupos que en la actualidad trabajamos desde el orden civil por el mejoramiento de la movilidad y la calidad de vida de todos los usuarios de las vías. Seguramente para los colombianos es de conocimiento que existen en el momento mayor número de motocicletas que vehículos de más de cuatro ruedas en el país, pero tal vez ignoren que el mayor número de comparendos o de infractores lo tiene el transporte público, con conductores que exceden los cien millones de pesos en deudas por comparendos, o que tal mencionar el gran número de vehículos particulares con conductores ebrios al volante en misiles de cuatro ruedas o más, o si hablamos del tema de seguridad publica deberíamos entonces de prohibir los taxis, en los que se han realizado infinidad de paseos millonarios, o los vehículos particulares en los que se han dejado cantidades de artefactos explosivos conocidos al final como carros bombas, pero contrario a los que muchos hacen, los motociclistas nos hemos tomado la tarea de trabajar por el bienestar de toda la comunidad, desde nuestros grupos, sin acusar o estigmatizar a ningún gremio, aportando medidas de educación, control y el trabajo duro de cada una de las personas que sin ser llamadas por el estado, desde nuestra posición como ciudadanos,  hemos decidido trabajar duro por la temática de movilidad. Sería muy bueno que así como muchos quieren mostrarnos a los motociclistas como los malos de la historia de la movilidad del país, también mostraran el trabajo duro de la comunidad motociclista, ejemplos  positivos como el de la Asociación Motoclubes de Antioquia, el de la Asociación Motoclubes de Cundinamarca y Bogotá, o ejemplos de la empresa privada como el trabajo que realiza el comité de ensambladoras japonesas, trabajos realizados con conciencia, con esfuerzo y que realmente dan resultados, diferentes a las campañas de algunos entes que lo único que generan es justificar el gasto de recursos económicos que podrían ser mejor aprovechados, o que buscan la desmotivación de la motocicleta y la motivación del uso de otros tipos de transporte.


Por último aplaudo a las personas, empresas y asociaciones que trabajan duro por el tema de la convivencia en las vías, o mejor podríamos llamarlo “movilidad” porque eso es la movilidad, un espacio de igualdad y respeto por todos los actores viales, bienvenidas todas las propuestas de mejoramiento en igualdad de condiciones para todos, bienvenida la educación de la mano del control eficiente, como herramienta básica de prevención, bienvenida la materia de movilidad en las escuelas, colegios y universidades como materia reglamentaria, calificable cualitativa y cuantitativamente, bienvenida la tecnología, las pistas escuelas de aprendizaje, la correcta educación, capacitación y entrega de licencias para los nuevos conductores, pero aun mas importante, bienvenida la movilidad como política de estado y no como tema de momento para el ejercicio de llamar la atención de algunos partidos políticos, porque la movilidad, no es de colores, gremios o partidos, es de la comunidad en general.