Este es un artículo que habla de la ironía de la
vida o mejor aun de la falta de apoyo de las administraciones publicas y la
empresa privada, la ausencia de sentido común del pueblo en general, el
lamentable irrespeto por la convivencia
y la triste historia de los motociclistas que mas que utilizar sus motos
como elementos de transporte también le encuentran un sentido deportivo, pero
tristemente sin un lugar donde practicar, por lo que usan las calles como
campos de entrenamiento (cosa con la que no estoy muy de acuerdo y mucho menos
justifico) arriesgándose a las represarías de la fuerza pública.
El fútbol ha sido desde sus principios, una gran
pasión para muchas personas en el mundo, las cuales se reúnen para apoyar a su
equipo de preferencia. Desde los inicios del mismo ha sido un deporte que
despierta pasiones, amistades, euforia, y hasta tristezas cuando su equipo
pierde.
El fútbol trajo consigo la competitividad y
emoción, sentimientos normales en cualquier deporte, pero lo que nunca quiso
traer fue la violencia, que ha sido provocada por las discrepancias que se
producen entre fanáticos del fútbol (óigase bien, fanáticos, porque una cosa es
ser hincha, o apoyar un equipo, y otra muy diferente es ser fanático, que para
mí ya es cruzar una barrera), y además, un mal concepto de lo que significa la
palabra competitividad, los cuales volvieron estos actos de violencia en una
costumbre, una pelea sin sentido, una práctica en contra de la convivencia y peor aún, a mi concepto, una práctica que
no tiene nada que ver con EL DEPORTE, pues para mi percepción, tanto para
deportistas como para seguidores, el deporte es salud, convivencia, alegría,
deleite y muchas otras cosas más, TODAS COSAS BUENAS, ninguna mala.
Medellín es una ciudad conformada por una
población de 2.636.101 habitantes y contando (porque en este momento en algún
lugar están fabricando más niños), y a su vez está rodeada por otros 9
municipios, estos conforman lo que nosotros llamamos el área metropolitana del
valle del aburra, que tiene una población estimada de 3.740.000 personas, la
gente que habita aquí es más o menos así: Mestizos y Blancos (93,4%),
Afrocolombianos (6,5%), Indígenas (0,1%). El área urbana de la ciudad se divide
en 6 zonas, estas a su vez se dividen en comunas sumando un total de 16, Y
finalmente las comunas se dividen en barrios y en áreas institucionales. La
ciudad tiene 249 barrios oficiales y 20 áreas institucionales, y no solo
termina ahí la cosa, también tenemos 5 corregimientos, que son como pueblos
pequeñitos.
¿Para qué saber todo lo anterior, o porque este
loco nos está hablando de fútbol y de la población de Medellín?
Muy sencillo, para que hagamos matemática de
coquito, de la siguiente forma: cada municipio tiene un estadio de fútbol, o
sea, una cancha inmensa para que corran 22 personas detrás de un balón y donde
se pueden reunir un promedio de 5000 espectadores, es decir el valle del aburra
tiene 10 canchas gigantes de fútbol, adicional a eso, tendríamos que tener en
cuenta los corregimientos, que no tienen grandes estadios pero si pequeñas
placas deportivas, es decir: 5 canchas mas de fútbol, la ciudad tiene 249
barrios, y en cada barrio mínimamente hay una cancha de fútbol, adicionalmente
existen por lo menos 184 colegios públicos, que todos tienen su pequeña cancha.
Sumando todo lo anterior nos da como resultado, la no despreciable suma de 264
canchas de fútbol mal contadas, sin decir que hay barrios que tienen hasta dos
canchas, o en los que hay colegios que tienen por lo menos una cancha de futbol
y sin contar las de los municipios del área metropolitana. Si compañeros 264
canchas de fútbol como mínimo tiene Medellín, y la pregunta siguiente es:
¿Cuántas pistas de carreras para deportes a motor como enduro, Cross, carreras
de autos y motocicletas y demás hay en Medellín y su área metropolitana?
Ninguna, por lo menos en Medellín, y en Colombia solo hay una que cumple con
las especificaciones de seguridad
Este es un país de contrastes, conocimos y nos
afiebramos por la fórmula 1, cuando Juan Pablo Montoya empezó a correr en ella
y a triunfar, a ganar títulos supuestamente en nombre de Colombia, bueno eso
decían en las noticias, ya me imagino al hombre sentado en su carrito diciendo:
“gracias Colombia por todas esas pistas donde me dejaste entrenar y poder
llegar hasta acá”, (si, como no). También conocimos a Camilo Villegas y el
golf, una cosa muy yupi, muy de alta sociedad, pero que también se popularizo
un poco, hasta el punto donde los clubes dejan entrar al ciudadano que conduce
Renault 4 o monta en bus a sus distinguidos campos de golf a que vea como se
juega esa vaina, ¿y porque lo conocimos? por la misma cosa que a don Pablo,
porque triunfo y gano muchos trofeos y medallas para nuestro amado país del
sagrado corazón, como será que hasta el presidente le dio una condecoración y
todo, la orden de san Carlos. Pero todo esto, lo hicieron fuera del país, donde
se les facilito los medios, no adentro.
Pero miren lo curioso del asunto, o mejor dicho el
contraste de nuestro país: mientras algunos (si, algunos porque no son todos)
señores de las “barras bravas” se muelen a golpes a las afueras del estadio, o
llenan de armas blancas, armas de fuego y drogas cuanto rincón encuentran días
antes en los alrededores del estadio, cosas que esconden con anticipación para
salir después del juego a matarse y defender un titulo y un orgullo
inexistente, y como diría mi abuelita, (que dios la tenga en su santa gloria y
lejos del estadio celestial), todos embazucados dándose totazos los unos a los
otros, y que no solo se matan entre
ellos o se agreden, sino que en medio de su ola de violencia, también la cogen
contra el que nada tiene que ver, contra la propiedad pública, la privada,
contra las cosas que le hacen bien a toda una comunidad, como por el ejemplo el
metro y sus estaciones, y lo digo con conocimiento de causa, porque me ha
tocado ver como vuelven MIERDA la 70,
ver como los comerciantes tienen que cerrar a las carreras, muertos del susto
de que les dañen sus negocios, o ver cómo le pegan al vendedor de chicles, que
está parado en una esquina buscando el sustento para su familia, y le pegan
sólo porque tenía una camiseta del equipo contrario, y no solo tenemos este
tipo de contrastes con el futbol, también a don Juan Pablo le cierran las
calles principales de Cartagena, para que el hombre se case y pase por ahí con
su carrito todo bien vestido pal matrimonio, o como le cerraron las vías
principales de la misma ciudad, y hasta la ciudad amurallada, patrimonio
histórico y lugar donde no pueden entrar las motos, pero don Pablo si pudo, con todo y carro de
fórmula uno, y no solo, sino con todos los amiguitos, o peor aún, como cierran
la vía principal o autopista que llamamos en Medellín, cuando hay corridas de
toros, sí señor, las cierran, y uno se pregunta, para que cierran las vías si
las corridas son adentro?, pues sencillo, para que toda la gente bonita, de
bien, yupi, adinerada y con poder político y económico puedan parquear sus
camionetas y autos de lujo, mientras los escoltas las cuidan y ellos están
adentro viendo como muelen a machetazos a un pobre animalito, si señores, otro
fuera el cantar donde el torito hablara, tuviera dedos en las patas delanteras
y se parara solo en las de atrás, machete si había pero pal lado contrario
(aclaro, me gustan las corridas, si, pero no la tortura al animalito, corrida
sin sangre se ve muy bonita también) Pero saben algo curioso nunca he visto un
despelote comunal de estos después de unas carreras de motocicletas, o unos
piques, es más, en ningún evento de motores, sea carros o motos, no he visto
que nadie se agreda o se muela a golpes con el otro, que tal fuera que uno
cogiera al otro a golpes por que yo tengo la camiseta de Kawasaki y otro tiene
la de Yamaha u honda, que tal que saliéramos a tirarnos con los cascos, o que
después de las carreras de autos o los car audio, todo el mundo saliera a darse
crucetazos, o que el señor Villegas saliera a darse palazos de golf con sus
oponentes porque no gano.
Pero bueno, como esta página lo que intenta es
informar y formar, vamos a hacer un poco de ambas; Tomas Puerta, Johnny
Hernández, Martin Cárdenas, Santiago Villa, Andrés Londoño, Stefano mesa, seis
colombianos de nacimiento, sangre y corazón, en su gran mayoría son paisas,
pero tampoco podemos dejar por fuera a Don Tatan Mejía y a Don Pollo Restrepo,
o talentos locales como Don Andrés Villa, mejor conocido como: Monster Show, a
quien respeto mucho por lo que hace, ya que le está mostrando a la gente que si
se puede hacer acrobacias y espectáculos en moto, pero con clase y con
seguridad, eso sí es todo un señor.
Mientras la liga de motociclismos cobra impuesto por realizar una
carrera o les cobra una tributación a los pilotos para correr en una carrera,
en pistas improvisadas porque como hemos dicho no existen, mientras los
proyectos de pistas para deportes a motor llevan 25 años yéndose al piso por
falta de apoyo, presupuesto o la representación política de alguien que
verdaderamente le duelan los motociclistas y los deportes a motor,
mientras los políticos de turno toman al
gremio de los motociclistas de moda mientras duran sus campañas electorales,
mientras los hinchas, perdón, hinchas no, fanáticos se siguen moliendo a golpes
sin justificación o causa alguna alrededor de los escenarios deportivos, óigase
bien: deportivos, no circos romanos o arenas de lucha, mientras todo esto pasa
y algunos desaprovechan los espacios y oportunidades que tienen, nosotros
seguimos esperando una, por lo menos una, una pista para el disfrute y deleite
de los deportes a motor, visto, admirado y apoyado por gente decente y sana,
que quiere vivir y sentir el deporte en sana convivencia. Con un poco de
sentido común, podríamos decir que la
conclusión evidente es que no se trata solo de establecer controles a la
circulación en ciertas vías de la ciudad, sino también generar espacios para
que no se de la ilegalidad, y en este caso el espacio es una pista de eventos a
motor. Que hay que ser conscientes que
también nos hemos portado mal, muy mal, que optamos por medidas como las
carreras ilegales en vías públicas, obstaculizando el transito normal y
molestando a los demás actores viales, haciéndolo incluso sin ninguna medida de
seguridad o equipo de protección personal, que también hemos sido agresivos y
le hemos dado una muy mala respuesta a las autoridades cuando vienen a detener
estas prácticas ilegales, señores ese es su trabajo, para eso les pagan a
ellos, para mantener el orden público, no los agredamos que ellos también son
personas como nosotros y también tienen familia y muchos hasta tienen moto. Que
también es cierto que hay muchos buenos elementos haciendo un excelente trabajo
como es el caso de la Asociación Motoclubes de Antioquia, que sin ningún
interés particular vela por nuestros derechos y por abrir espacios y
oportunidades para todos en materia de motociclismo
(www.motoclubesantioquia.org) , que es vital que mostremos esos talentos
nacionales, en vez de mostrar programas que satanicen o nos hagan ver como una
plaga social, tal como a mi concepto lo hizo el programa de infrarrojo: “la
vida en sentido contrario” (acá les dejo el link para que ustedes mismos saquen
sus propias conclusiones: http://www.vimeo.com/21987448), aclaro también que no
estoy en contra del fútbol y tampoco de ningún otro deporte, por el contrario,
que bendición que se abran espacios para la práctica de todos los deportes,
todo lo que sea sano y cree espacios para la salud y la buena convivencia es
bienvenido, que no estoy de acuerdo con las batallas campales justificadas en
el color o escudo de la camiseta, ni afuera de los estadios ni en ninguna otra
parte, los hinchas son hinchas, amantes de su deporte, no fanáticos enfurecidos
en una horda de sangre y violencia, acuérdense: la pasión del fútbol, es el
gol, y eso que yo no sé nada de fútbol.
Por último les dejo un pedacito de la constitución
política colombiana traducida por los indígenas Guayu de la Guajira Colombiana;
Pedazo 10-12: Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle
mal en su persona, aunque piense y diga diferente, ahí como para que
reflexionemos, bendiciones a todos y como siempre les digo, el secreto de todo
está en la educación y en unirnos para defender y luchar por unos ideales justos
y equitativos, en beneficio de todos.