Medellín, sábado 03 de Junio de 2011, hora; 06:00
am. En compañía de cuatro amigos, también apasionados por las motocicletas me
dispongo a salir rumbo a Mariquita Tolima, aceptando la invitación del Vespa
club Medellín a participar del VIII
encuentro nacional de Vespas Y
Lambretas, con la intensión de compartir un rato con la población de
“motonetas” como ellos mismos las llaman, y así contarles una historia de un
proceso donde la sociedad civil se unió y se organizo, basados en los
principios de la igualdad y el trabajo en equipo. Algunos pensarían que iría a
darles una lección de trabajo en equipo, pero la verdad yo también me traje mi
lección.
Mariquita Tolima, domingo 04, hora 08:00 pm. En la
tarima del evento, se encuentra una delgada dama de cabellos rubios y múltiples
tatuajes, sostiene en sus manos un cartel enrollado, el cual lleva con firmeza.
De esa misma tarima había descendido yo hacía pocos minutos, después de hablar
de la dificultad por la que atraviesan los dueños de motocicletas dos tiempos
en Colombia, de hablar de la falta de unión de un gremio suficientemente
numeroso como para lograr cualquier cambio en un país cualquiera de la tercera
esfera del sistema solar. Delicada y apasionadamente esa dama retira la cinta
que mantiene cerrado el cartel enrollado y suavemente lo deja abrirse ante las
miradas de los curiosos motociclistas, el cartel dice: “Mi Corazón Late en 2
Tiempos”
Mientras ella explica el por qué de su cartel, yo
me detengo a observar a mi alrededor y a pensar en su frase, mientras escucho
mi corazón latir “en dos tiempos” me doy cuenta que no solo estoy rodeado de
motocicletas, sino a la vez, de historia y de historias, de ingeniería y de
sabiduría, que la verdad no creo encontrar la misma calidad en los pasillos del
congreso de la república. En este evento fácilmente te topas con ingenieros,
médicos, bomberos, arquitectos, comunicadores, periodistas, mecánicos,
fotógrafos, abogados y hasta biólogos y ambientalistas, pero uno se pregunta,
si la problemática de las motocicletas dos tiempos es la contaminación
ambiental, como estos colombianos acá presentes, con tanta escuela, defienden tanto sus motocicletas, incluso
hasta los mismos ambientalistas.
65 años atrás, la decisión de Enrico Piaggio
(creador de la Vespa) de entrar en el negocio de la movilidad ligera se basó en
valoraciones económicas y consideraciones sociológicas. La Vespa (“avispa” en
italiano) fue el resultado de la determinación de Enrico Piaggio de crear un
producto de bajo costo para las masas, de una comunidad que salía
aporreada de la segunda guerra, que tornaba a su fin (Colombia lleva
más de 50 años en guerra y seguimos contando), Enrico estudió cada posible
solución para que sus fábricas recuperaran la producción, traducido en
Colombiano puro: reactivar el empleo, la economía y darle a los pobres un
transporte de calidad a bajo costo, muy similar a lo que hace la motocicleta en
Colombia.
La búsqueda de la des estimulación de la
motocicleta en Colombia ha tenido varios matices, el primero de ellos fue la
violencia del país, a la que la motocicleta fue aludida como vehículo de uso
preferido de los delincuentes, de esta forma salió el chaleco con las placas y
lo mismo en el casco, y hasta el momento no han atrapado ningún delincuente
gracias a esta medida. Posteriormente la excusa fue la movilidad, anotando a la
motocicleta el mayor número de accidentes en las vías, si en 2005 habían
2.350.000 motocicletas y se dieron 12.385 accidentes, cuantos se esperan tener
a 2011 con 3 millones de motocicletas, con un muy mal estado de las vías, un
invierno implacable, poca regulación en la enseñanza de la conducción y aun
peor, casi por no decir ningún control en la entrega de licencias de
conducción. Con tan malos sistemas de control y poca inversión en el tema de
prevención uno no puede pretender que solo con campañas de publicidad se
reduzca la accidentalidad y la mortalidad en las vías. No quedando más llego el
tema ambiental, ok, es claro que los motores dos tiempos contaminan mas, pero
si se hicieran mejores controles, se utilizaran catalizadores, mejoramiento de
las vías, mantenimientos más rigurosos y se tomaran otras medidas como mejorar
el combustible Colombiano, que en nuestro caso es de 81 octanos para la
gasolina Corriente y 87 octanos para la gasolina extra, y eso que ni
hablar del diesel, el cual estaba a
4.500 ppm de azufre, y en el cual había un compromiso de reducirlo a 50 ppm,
pero un estudio independiente demostró que aun estaban por encima de las 2000
ppm, ¿cuántos buses viejos y en mal estado, como vehículos de carga rodaran por
las vías como calderas contaminantes? ¿Será que pretenderán sacar también las
guadañadoras y motores de uso industrial del campo? Y siguen surgiendo más
preguntas, ¿cómo que harán con los miles de repuestos para motocicletas 2T que
reposan en almacenes? ¿Qué pasará con las motocicletas deportivas? No siendo
aun más inconsistente la norma, los propietarios de estos vehículos, deberán
guardarlos para nunca más volverlos a sacar a las calles, como en algún momento
lo expresé; hermosas materas de hasta 50 millones de pesos y más, reposarán en
sus garajes. ¿Cómo sería que a los conductores de transporte público y a los de
carga les dijeran lo mismo? ya me imagino el paro nacional y las centrales de
abastos vacías, ¿qué tal que los mensajeros, repartidores, domiciliarios y
estudiantes universitarios del país hicieran lo mismo? pues son estos la gran
mayoría de los dueños de las máquinas 2T
que circulan por el país.
¿Finalmente cuales fueron las lecciones que
aprendí?
De este encuentro de motociclistas, que mas allá
de una reunión de apasionados por las motos, parece un viaje en el tiempo con
una fusión entre el pasado y el
presente, donde motos muy clásicas se encuentran en mejor estado que muchas
motocicletas del año, ni que hablar de sus propietarios, un grupo un tanto
bohemio pero con la particularidad del pensamiento multicultural, acá no te
encuentras una edad promedio, ni mucho menos un genero, la pasión es de todos y
para todos. Estos amables personajes con damitas rodantes de gran derrier me
dejan muchas enseñanzas: La primera de ellas es que no importa si es APE, PX,
GTS, Gran turismo, plus, etc., simplemente vespa es vespa, lambreta es lambreta
y moto es moto, sin importar si son 2T o 4T, hoy se trata de las 2T mañana
serán las 4T. Rodeado de estas
maquinitas del tiempo, me detengo a pensar en la frase “Quien no aprende de la
historia está condenado a cometer los mismos errores”, donde seguimos nosotros
cometiendo los mismo errores y acá lo vemos claramente, pues ha fallado tanto
el gobierno con su legislación inconsistente, como la comunidad en su desunión
y poca participación, una comunidad que no se organiza y participa en la
construcción de país, está condenada a asumir los cambios que otros impongan.
El problema de los dos tiempos no es ambiental, es social, pues un pueblo en
crisis y con una guerra constante, no puede ser más oprimido, ni económica, ni
socialmente. La motocicleta es una opción de transportes y mas allá es una
opción de vida, la que decidimos tomar más de 3 millones de colombianos, no se
trata de una invitación a una revolución armada, por el contrario, hablo de una
revolución pacífica de la gente buena, la que se mueve en motocicleta por el
país queriendo y haciendo valer sus derechos, la cual ya es hora que se
manifieste de manera ordenada y agremiada. Me gustaría dejarles una reflexión,
la dificultad por la que atraviesan los propietarios de motocicletas 2T no es
solo para los vespistas o lambreteros, aquí caben muchos modelos de
motocicletas muy populares en nuestro país, como las DT, las RX 100-115, VICTOR, KAWAS y muchas más, que
si hacemos un paréntesis pertenecen casi todas a las clases menos favorecidas,
así que es hora de que todos despertemos y hagamos parte del cambio. Por
último: mil gracias a los amigos de las bellas damas de gran derrier, por todas
las lecciones, por la invitación a hacer parte de sus procesos y por abrirme un espacio para compartir con
ellos.